
En preparación para mis tareas como futuro marido, he pasado el día de hoy en las rebajas con Riku. Sé que muchos estaréis decepcionados, porque en esta entrada no os voy a deleitar con nuestras aventuras pasadas o futuras. Sin embargo, si quiero hablar de una cosa que me sorprendió en Japón: las bolsas sorpresa.
(Nota del autor: no estoy diciendo que esto sea exclusivo de Japón, sino que es aquí en Japón donde he descubierto la existencia de dichas bolsas).
Las bolsas sorpresas son, basicamente, una bolsa, bolso o maleta con diferentes prendas en su interior. El valor de la ropa por separado es (supuestamente) mucho más elevado que lo que se paga por la bolsa sorpresa. Normalmente, este tipo de bolsas las compran mujeres de estatura mediana (porque todo el contenido es talla M) que son ardientes fans de la tienda, o bien aquellas que quieren empezar a vestirse con el estilo de esa tienda y quieren un "kit de aprendizaje" no demasiado caro.
Además, yo me he tomado la libertad de clasificar las bolsas en diferentes tipos:
- Según el nivel de sorpresa:
1. Sorpresa a medias: Mediante un folleto o cartel, se informa del contenido aproximado de la bolsa. Por ejemplo, se dice "un vestido, un gorro y una falda o pantalón corto".
2. Sorpresa que te mueres: No tienes ni pajolera idea de lo que hay dentro.
- Según el continente:
1. Bolsa. Muy cutre. ¡Buuuuuuu!
2. Bolso. Mejor. Da igual que el contenido sea una porquería. ¡Al menos te queda el bolso!
3. Otros. Chachi piruli. En realidad, sólo conozco un "otro", y es una maletita de viaje... ¡pero es para quedarse sin habla!
- Exclusividad:
1. Normales y corrientes. Cualquier vago puede comprarlas en cualquier momento, sin sufrimiento ni esperas.
2. Edición limitada. Se caracterizan por necesitar madrugón y una espera de aproximadamente una hora haciendo cola. El contenido es mucho mejor que el de las normales y corrientes pero, sorpresivamente, ¡cuestan lo mismo!

Llegados a este punto os estaréis preguntando... ¿y qué es esa maleta rosa a la derecha de este chorro de texto que te ha dado por escribir hoy? Pues ese es mi regalo de Navidad/Reyes (a día 2 de Enero, no se a cuál asignarlo) para Riku. Se trata de una bolsa sorpresa 1.3.2, es decir, que el contenido es medio conocido, viene en una maleta y es de edición limitada.
En el panfleto de la izquierda podéis ver el contenido aproximado: seis pedazos de tela, de los cuales cinco se sabe aproximadamente lo que son (el modelo o color puede cambiar) y el otro puede ser cualquier cosa. Los que sepáis japonés podéis regodearos en los detalles ;)
En concreto, esta maleta costó 10000 yenes (unos 75 euros). El coste que los sabios de la tienda le atribuyen es más de 50000 yenes (unos 375 euros, para aquellos que os hayáis olvidado la calculadora). Tras ojear el contenido y atribuyendo un valor simbólico a lo que me pareció una porquería, mi ojo experto le atribuyó un valor de entre 15000 y 20000 yenes (venga, por si acaso, entre aproximadamente 100 y 150 euros).
Y esto es lo más sorprendente: incluso después de ajustar los precios a la realidad, la bolsa vale la pena. Y así, finalmente, conseguí la respuesta a la pregunta que me llevaba haciendo desde hace bastante tiempo: ¿para qué puñetas hacer cola para comprar algo que ni siquiera sabes que es?
Espero que mis reflexiones os hayan parecido interesantes. ¡A mi, desde luego, ni lo más mínimo!
¡Un saludo y hasta pronto!