El fin de semana pasado comenzaron mis vacaciones de Fin de Año, por un valor total de nueve días. Para celebrarlo, había organizado un viaje con de un día con Riku a un hotel en Ito, famoso por sus onsen (aguas termales). Cabe decir que el motivo de tamaño derroche es que la empresa me subvenciona hasta 20000 yenes, una vez al año, para un viaje a un "Resort", y estaba a punto de perder la oportunidad de malgastar ese dinero en 2008.
El sitio estaba bastante bien, con su suelo de tatami, futones y yukatas. Además, aparte de los onsen públicos, tenía tres privados. Esto quiere decir que si vas al onsen y no hay nadie, puedes cerrar la puerta y ocuparlo durante hasta cuarenta minutos (en realidad nadie te controla, pero aquí todo el mundo respeta esas cosas). De esos tres onsen privados, uno de ellos era exterior, y tenía una decoración natural (con arbolitos y plantitas y esas cosas) bastante agradable y relajante.
A la vuelta del hotel, con no poca pereza, decidimos detenernos en una estación intermedia, Odawara. Su principal atractivo turístico es un castillo que no sé ni cuando se construyó ni a quién pertenecía, pero que sale muy chulo en las fotos. Pero lo más divertido es que, en la explanada que hay frente a él, se pueden alquilar trajes de samurai y kimonos para hacerte una foto disfrazado.
Al principio nos dio un poco de palo porque sólo había niños con sus padres haciéndoles fotos. Pero al final nos decidimos a alquilar dos trajes de samurai. Resultó ser mucho más divertido de lo que me esperaba, y estuvimos haciendo el payaso durante casi media hora bajo los atentos ojos de japoneses y occidentales. Sólo decir que, cuando terminamos (y no es exageración ni coincidencia) había una cola de seis o siete personas para alquilar trajes, y la mayoría eran adultos :P.
Aquí os dejo una galería con algunas de las fotos que tomamos durante el fin de semana.
¡Hasta pronto!
El sitio estaba bastante bien, con su suelo de tatami, futones y yukatas. Además, aparte de los onsen públicos, tenía tres privados. Esto quiere decir que si vas al onsen y no hay nadie, puedes cerrar la puerta y ocuparlo durante hasta cuarenta minutos (en realidad nadie te controla, pero aquí todo el mundo respeta esas cosas). De esos tres onsen privados, uno de ellos era exterior, y tenía una decoración natural (con arbolitos y plantitas y esas cosas) bastante agradable y relajante.
A la vuelta del hotel, con no poca pereza, decidimos detenernos en una estación intermedia, Odawara. Su principal atractivo turístico es un castillo que no sé ni cuando se construyó ni a quién pertenecía, pero que sale muy chulo en las fotos. Pero lo más divertido es que, en la explanada que hay frente a él, se pueden alquilar trajes de samurai y kimonos para hacerte una foto disfrazado.
Al principio nos dio un poco de palo porque sólo había niños con sus padres haciéndoles fotos. Pero al final nos decidimos a alquilar dos trajes de samurai. Resultó ser mucho más divertido de lo que me esperaba, y estuvimos haciendo el payaso durante casi media hora bajo los atentos ojos de japoneses y occidentales. Sólo decir que, cuando terminamos (y no es exageración ni coincidencia) había una cola de seis o siete personas para alquilar trajes, y la mayoría eran adultos :P.
Aquí os dejo una galería con algunas de las fotos que tomamos durante el fin de semana.
¡Hasta pronto!
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Ito and Odawara |
1 comentario:
¡Que divertido!Estais muy guapos.
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