sábado, 14 de noviembre de 2009

Cursillos prematrimoniales en Japón


Tras la noticia de que me caso, hoy quiero compartir con vosotros las fotos y la experiencia de los cursillos prematrimoniales que Riku y yo hemos hecho en Japón.
Lo primero, fue bastante complicado encontrar una iglesia en que pudieramos hacer el "Engaged Encounter" (que es como se llama el cursillo prematrimonial en güiri) en inglés. Finalmente encontramos una capilla franciscana que hace los cursillos dos veces al año.
El curso en cuestión consiste en un fin de semana intensivo: el sábado de 8:30 a 21:00, y el domingo de 8:30 a 18:00. Es, básicamente, una maratón católica.
El contenido creo que ya es archiconocido por todos: aprender a conocerse a sí mismo, conocer a tu pareja, aprender en qué consiste un matrimonio católico y entender el papel de Dios en la relación.
La mayor parte de las charlas nos las dio un cura estadounidense que lleva más de cuarenta años en Japón. También vinieron diversas parejas para darnos charlas de diversos aspectos de sus matrimonios. Además, nos dejaban tiempo para hacer "deberes". Me sorprendió mucho, y de hecho me gustó, que las respuestas a las preguntas que teníamos que hacer eran para nosotros y sólo para nosotros: en ningún momento tuvimos que poner "en común" ningún aspecto de nuestra vida o nuestra relación.
Como aspecto negativo, decir que el curso fue excesivamente largo y físicamente "duro". Además, para Riku, que es budista, muchas de las cosas de la religión católica le parecieron muy poco tolerantes, y algunas bastante "chocantes". Por poner un ejemplo, durante una comida el cura nos contó la historia de un padre y su hijo de cinco años que fueron decapitados por ser cristianos, y la terminó con "'¡Una historia preciosa! ¡Los dos fueron juntos al cielo!".
Muchos (bueno, eso presupone que la gente que lee mi blog son como mínimo "muchos"; sería mejor decir "alguno") os estaréis preguntando, "¿se tiene que convertir Riku al catolicismo?". Pues no, no hace falta, ni siquiera de cara a la galería. La religión católica puede tener muchos defectos, pero en esto tengo que reconocer que me ha sorprendido gratamente :).
Así pues, el cursillo ha terminado y ya tenemos nuestro certificado para casarnos por la iglesia. ¡Os mantendremos informados!

4 comentarios:

Rosa María Dominguez dijo...

¡No pierdas el certificado que os hacen repetir el maratón!

NURIA dijo...

¡Que curioso! los temas y la dinamica (charlas del cura, experiencias de otros matrimonios...) es exactamente igual que la de los cursillos en España... ¡tal lejos y tan cerca! Aquí tb se hacen en plan maratón fin de semana, es lo que Juan y yo queríamos, pero se nos pasó el plazo y tuvimos que ir 10 días seguidos a dos horas por día, así que no os quejeis demasiado.
Besitos y ¡ENHORABUENA!

MAY dijo...

Pobre Riku, si a nosotros nos parece paripé, imagínate a ella!!!!

Jordi dijo...

El certificado está a salvo, bajo llave, en un sobre de pompitas y con deshumidificador. ¡Bajo ningún concepto lo pierdo!
De hecho, Nuria, los cursillos prematrimoniales se originaron en España; al parecer, fue idea de una pareja española. De allí se fueron extendiendo por todo el mundo y ahora son obligatorios. Y sí, yo también prefiero el modelo del fin de semana pero... ¡pruébalo y verás!
Y May, le has dado en el clavo... para cualquiera que no sea católico (y yo diría que practicante), el cursillo es muy poco interesante. Por cierto, que cuando le dije al cura que Riku era budista, me dijo algo como "¿me estás tomando el pelo?", jejejejeje